Blog

PERMEABILIDAD INTESTINAL

MICROBIOTA Y PERMEABILIDAD INTESTINAL, PILARES DE LA SALUD DIGESTIVA

Hace más de 2000 años ya Hipócrates decía que la enfermedad comienza en el intestino, pero hace apenas dos décadas que la investigación ha centrado su foco a desentrañar la gran influencia que tiene la salud intestinal en las enfermedades y cómo un intestino enfermo puede contribuir a generar condiciones como la obesidad, la diabetes, la artritis reumatoide, el autismo, la depresión, el síndrome de fatiga crónica, etc.

HAY DOS ASPECTOS QUE DEFINEN LA SALUD INTESTINAL

1. La microbiota

Es el conjunto de bacterias, hongos y virus que se encuentran en el intestino y que cumplen funciones de absorción de nutrientes, metabolismo de hormonas y toxinas y mantenimiento de un intestino sano.
Tenemos casi 4 veces más bacterias que células en todo el cuerpo que además hacen parte del 75 por ciento del sistema inmune, producen el 90% de la serotonina del cuerpo y hasta regulan el metabolismo.

Esta microbiota se ve afectada por el uso de antibióticos , anticonceptivos orales, antiinflamatorios, dietas ricas en carbohidratos refinados y alimentos procesados, pobres en fibra, toxinas, estrés crónico, trastornos de sueño, etc.

2. La barrera intestinal

Es por otro lado el ” portero ” que decide qué entra a la circulación desde el intestino. Cuando esta función se ve alterada, lo llamamos síndrome de permeabilidad intestinal y se refiere a que proteínas o bacterias extrañas para el organismo entran a la circulación y generan una respuesta inflamatoria que puede atacar varios órganos dependiendo de su susceptibilidad.

Por eso si tenemos una flora distorsionada es muy probable que también haya un grado de alteración de la permeabilidad intestinal y viceversa.

UN INTESTINO INFLAMADO PREDISPONE A UN GRAN CONJUNTO DE CONDICIONES CRÓNICAS:

1.  ALERGIAS: tanto inflamación como flora inadecuada (disbiosis) favorecen la inflamación sistémica (de todo el cuerpo) y un sistema inmune alterado puede inducir alergias en personas susceptibles.

2. ENFERMEDADES AUTOINMUNES: la permeabilidad intestinal es una condición comprobada en varias enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad celíaca, etc.

3. ARTRITIS

4️. ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR: ¿sabías que por la bilis se eliminan el colesterol y triglicéridos que tenemos en exceso? un intestino disfuncional impide este proceso y una microbiota adecuada también es fundamental.

5️. PROBLEMAS DIGESTIVOS: Colon irritable, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, cáncer de colon, enfermedad diverticular (bajos niveles de butirato, un ácido graso producido por las bacterias del colon se asocia a un mayor riesgo de este tipo cáncer)

6️. DEPRESIÓN, ANSIEDAD y ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS (ALZHEIMER, PARKINSON): has oído hablar del eje intestino-cerebro? El intestino es 70% de nuestro sistema inmune, y muchas enfermedades neurológicas son inducidas por inflamación.

7. PROBLEMAS DEL NEURODESARROLLO: Está comprobado que tanto niños con espectro autista como con déficit de atención presentan una alteración en la diversidad y cantidad de su flora intestinal.

8. OSTEOPOROSIS: por alteración en la absorción de calcio, magnesio, vitamina D entre otros nutrientes, además de inflamación.

9. PROBLEMAS CUTÁNEOS: existe también un eje piel-intestino que si se ve alterado puede favorecer condiciones como el acné, la rosácea, la dermatitis y la psoriasis.

10. OBESIDAD Y DIABETES: Es sabido que una microbiota sana predispone a una buena salud metabólica y viceversa, así que el sobrepeso puede ser favorecido por las bacterias que colonizar el tubo digestivo.

1️1. HÍGADO GRASO: esta condición en ocasiones se da en personas sin sobrepeso o con disbiosis severas (alteraciones de la flora intestinal).

 

¿QUÉ HACER PARA TENER UNA MICROBIOTA SANA Y UNA BARRERA INTESTINAL INTACTA?

  • Prueba una dieta de eliminación.
  • Come alimentos reales.
  • Evita comer alimentos procesados.
  • Consume abundante fibra.
  • Come alimentos fermentados (kéfir, yogurt, chucrut, kombucha).
  • Considera el uso de probióticos y prebióticos.
  • Remueve bacterias o parásitos de tu intestino.
  • Maneja el estrés.
  • Duerme bien.

Haz ejercicio pero no te excedas, esto también puede favorecer la permeabilidad intestinal.