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Estrés y alimentación

El estrés lo maneja nuestro cuerpo hace millones de años a través del eje HPA (hipotálamo- pituitaria- adrenal). Tres glándulas interconectadas que producen hormonas para ayudarnos a defendernos ante el estrés, solo que al ser un mecanismo evolutivo sólo está bien diseñado para situaciones de estrés de corta duración, no para el mundo moderno.


Es aquí donde con el estrés sostenido vienen las disfunciones: inicialmente excesos de cortisol y cuando este se agota por las cargas permanentes una deficiencia de cortisol que conduce a otras deficiencias hormonales y de neurotransmisores que pueden generar síntomas diversos:


Por ejemplo un exceso de cortisol puede producir:

  • Problemas de ovulación
  • Infertilidad
  • Problemas digestivos ( colon irritable, disbiosis, intestino permeable)
  • Ansiedad, depresión, pánico, trastornos del sueño
  • Problemas metabólicos (resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión)

 

Y una deficiencia de cortisol:

  • Síndrome de estrés post traumático
  • Depresión
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Falta de resiliencia
  • Infecciones crónicas
  • Dificultad para concentrarse

Adicionalmente este eje altera el ánimo, la cognición, la frecuencia cardíaca, la inmunidad y modula la producción de neurotransmisores que influyen en nuestro estado emocional.


Para corregir una disfunción del eje HPA es importantísimo ir a la raíz de lo que la originó (excesos en general de estrés, trabajo, ejercicio, alimentación inadecuada, infecciones etc.).


Este artículo es acerca de cómo alimentarte en una alteración del eje HPA, pero recuerda que no es la única intervención necesaria:

  1. Evita alimentos procesados y refinados
  2. Evita hacer dietas estrictas
  3. No cortes los carbohidratos pero asegúrate que tengan una buena densidad nutricional ( 75 a 100 gr al día es una buena dosis): frutas, plátano, batata, arracacha, ahuyama, yuca, etc. Incluirlos en la noche puede incluso mejorar la calidad del sueño.
  4. Regula tu glicemia
  5. Incluye siempre proteína, grasas saludable y carbohidratos como los mencionados para no inducir picos de glicemia e insulina durante el día.
  6. Fortalece tu microbiota intestinal
  7. Come un arcoíris para tener buen aporte de micronutrientes y fitoquímicos ( la vitamina C, el omega 3, magnesio, la l-teanina, el cacao).
  8. Come en atención plena.